Todos los años, a través de la campaña de Cuaresma de Fraternidad, la Iglesia nos invita a poner nuestra mirada en un grupo o problemática particular de nuestra sociedad: niños y niñas en situación de vulnerabilidad, mujeres jefas de hogar, personas privadas de libertad, jóvenes con consumo problemático de drogas y alcohol, o adultos mayores.
Luego de un proceso consultivo diocesano para identificar necesidades y prioridades socio-pastorales los obispos de Chile aprobaron la sugerencia de centrar la mirada hacia las familias vulnerables para el período de campaña 2022-l 2024.
Bajo el lema “Chile tiende la mano a las familias vulnerables”, la Iglesia Católica nos invita a todos los chilenos y chilenas a vivir la solidaridad durante los 40 días que dura la Cuaresma, mirando particularmente a las familias vulnerables de nuestro país. Durante este período de tres años, los aportes recaudados a través de Cuaresma de Fraternidad, permitirán ir en ayuda de niños, adolescentes, mujeres, adultos mayores y personas migrantes en condición de vulnerabilidad para financiar proyectos a lo largo de todo Chile, orientados a mejorar sus condiciones de vida.